martes, 7 de mayo de 2013

Apuntes sobre la noción de revolución (III. Neil Davidson)



1.      ¿Cuán revolucionarias fueron las revoluciones burguesas? (Neil Davidson)

Isaac Deutscher no era parte del mundo académico (en su exilio británico trabajaba escribiendo artículos sobre la urss para ciertos periódicos)

Neil Davidson tampoco pertenece al mundo universitario

Ataques revisionistas a la noción de revolución burguesa
a)      Antes de la revolución, la burguesía no estaba emergiendo y muy bien ser indistinguible de los señores feudales
b)      Durante la revolución, la burguesía no estaba en la vanguardia del movimiento, y aún más, podía encontrarse en el bando opuesto
c)      Después de la revolución,  la burguesía no estaba en el poder; incluso podía estar más lejos de (o tener menos) poder que antes

“En suma, estos conflictos eran justamente lo que parecían ser en la superficie, expresiones de una competencia entre elites, diferencias religiosas o autonomía regional”

Variantes según Davidson

1)      Retiene el concepto de revolución burguesa pero diluye su contenido social hasta que el mismo deviene casi exclusivamente político.

Un buen ejemplo extremo de esta corriente es Arno Mayer, quien sostiene que las clases terratenientes feudales permanecieron el poder, en los países en lo que supuestamente ocurrieron revoluciones burguesas, hasta bien entrado el siglo veinte.
 Perry Anderson utiliza la idea de Mayer para entender que las revoluciones burguesas pueden extenderse por siglo; comprenden reestructuraciones estatales cuya completación, al menos en el caso europeo, recién vino con el fin de la segunda Guerra mundial (pero no para Inglaterra)
Otros autores alargan todavía más el proceso (para Tom Nairn la revolución francesa vino a completarse con el general De Gaulle, otros incluso ven el comienzo de la “globalización”-1988- como completación…)

“De ser un giro sociopolítico decisivo que remueve los obstáculos al desarrollo capitalista, el concepto es alargando para incluir los subsecuentes cambios en el sistema de estados de las formaciones sociales capitalistas existentes, los cuales los ponen en “en línea” con los requerimientos del sistema. Pero no puede haber final para estos realineamientos de este lado de la revolución socialista, lo que sugiere que las revoluciones burguesas son un rasgo permanente del capitalismo, antes que uno asociado con su consolidación y extensión. En vez de categorizar eventos tales como la revolución Indonesia y las revoluciones ahora comenzando en las antiguas repúblicas soviéticas como revoluciones burguesas, como deberíamos hacer sobre esta base, ellas parecerían mucho mejor comprendidas bajo la categoría más amplia de “revoluciones políticas” -políticas porque comienzan y terminan dentro de los confines del modo capitalista de producción”

“…yo estoy sugiriendo que las revoluciones burguesas son, como las revoluciones socialistas, ejemplos de que aquella rareza, una revolución social o societal. Estos son eventos epocales que involucran el cambio de un tipo de sociedad en otro y ciertamente no solamente cambios en el gobierno, por muy violentos que éstos sean”

2)      Retiene el concepto de revolución burguesa pero amplia su espacio temporal de ocurrencia de tal como que el mismo deviene indistinguible del proceso histórico general de desarrollo

No existe ningún problema en tomar la noción de revolución burguesa como un proceso (en oposición a un evento). Incluso Davidson utiliza este enfoque para analizar la revolución escocesa. La cuestión es que muchos de estos intentos extienden demasiado el espacio temporal procesual: las revoluciones dejan de involucrar momentos de cambio estructural decisivo, más todavía cuando son procesos abiertos sin momento conclusivo

Otros autores de esta variante sostienen que la noción de revolución no debe sólo aplicarse a una transformación estatal conducente a la expansión del mpc, sino que puede y debe utilizarse para explicar el proceso de desarrollo económico previo a la consecución del poder (aquí, la revolución se iguala a un proceso permanente de reestructuración capitalista)

Un ejemplo extremo de esta forma de concebir el problema es el del exmarxista Nigel Harris, para quien sólo con la globalización “actual” podemos recién hablar de revolución burguesa completa (establecimiento de los mercados mundiales y de los hombres de negocios en el poder)

3)      El sistema capitalista mundial

Posición de Wallerstein para quien las revoluciones burguesas nunca fueron necesarias. Los estados feudales europeos del siglo XVI ya eran capitalistas; habían devenido tales mediante una autotransformación consciente de la precedente clase señorial en una clase capitalista mediante un cambio en los métodos de extracción de excedente  el establecimiento del mercado. Este cambio sobrevino cuando la crisis del feudalismo en el siglo XIV, y tomó casi dos siglos en completarse
Aún si Wallerstein reconoce la existencia de burgueses en las ciudades, éstos no cumplen un rol de importancia

“…el rasgo esencial de la economía capitalista mundial (es) …la producción para la venta en el mercado en la cual el objeto es realizar la máxima ganancia” (Wallerstein)

“Aún si el trabajo asalariado existe en el centro, es la inserción en el mercado mundial la que define al sistema global como capitalista, en tantos las relaciones productivas en la periferia continúan incluyendo formas modificadas de esclavitud y servidumbre, además de trabajo asalariado. Cualquiera que produce para el mercado puede, por tanto, ser descrito como capitalista”

Wallerstein continúa usando la noción de revolución burguesa, pero en él ya ha perdido toda relación con la creación de la economía capitalista mundial

4)      Relaciones sociales de propiedad capitalistas (Davidson establece que Brenner reemplaza con esta noción la noción marxista convencional de relaciones de producción , pero, apunta, ambas nociones en ningún sentido son sinónimas)

Retener para introducir nuestra crítica

Aún si para Brenner, justo de manera inversa que Wallerstein, sostiene que el capitalismo es un fenómeno raro y específico, ambos sí comparten ciertos juicios. Por ejemplo, ambos consideran irrelevantes las denominadas “revoluciones burguesas”, y para ambos esto se debe a que el desarrollo capitalista ocurrió antes e independientemente de las mismas

Davidson sostiene que esta variante es la más seria de todas; la que ha permitido avanzar crítica en torno al problema. Esto aún si se encuentra fundamentalmente equivocada.

Muchos de los elementos de la tesis de Brenner son menos originales de lo que se piensa: a) Weber ya distinguía diferencias importantes entre la forma de agricultura francesa y la forma agrícola inglesa; b) Witold Kula ya señalaba la especificidad de la racionalidad económica bajo el feudalismo; c) Perkin ya indicaba la especificidad del desarrollo económico inglés; d) Neale ya describía el desarrollo inicial del capitalismo por los terrateniente ingleses; e) Sobre la identificación de los mercados con el capitalismo ya hablaba Merrington

Aún así, todos estos elementos nunca antes habían sido reunidos en una síntesis tan coherente

“De hecho, en su forma inicial por lo menos, la tesis (de Brenner) que pueda ser aceptada en parte o sintetizada con otras interpretaciones. Por el contrario, su rigor y consistencia interna es tal que la alternativa positiva que ofrece sólo puede realmente ser aceptada o rechazada por completo”

Brenner es consciente que ya desde el siglo XI los campesinos medievales venían implementando arados cada vez más eficientes. Sin embargo, él niega que esto haya tenido algún efecto significativo en las relaciones sociales, fundamentalmente porque el control comunitario se resistía a la especialización, la dependencia mercantil y la innovación. El verdadero crecimiento bajo el feudalismo sólo podía venir del cultivo de nuevas tierras.

Bajo el feudalismo, el dinamismo industrial de las ciudades estaba condicionado por su base en la demanda señorial (usualmente bienes de lujo). En tanto los campesinos tendían a la auto-subsistencia, y el mismo ingreso de los señores dependía de éstos, el remanente para consumo de bienes manufacturados era siempre exiguo

Siguiendo al historiador no marxista Lawrence Stone, Brenner argumenta que, para el ascenso de la dinastía Tudor en 1485, la coerción no económica era de importancia declinante para los señores ingleses, en tanto el campesinado ya no estaba sujeto a la servidumbre que ésta requería y, como repercusión de la Guerra de las rosas, una nobleza exhausta enfrentó a un Estado fortalecido que ya no podía tolerar la insubordinación de los magnates. Pero ellos podían incrementar sus ingresos mediante la explotación de sus tierras o, más precisamente, la explotación de los arrendatarios comerciales que incrementalmente vinieron a ocupar sus tierras”

Resumen del argumento de Brenner
-          Luego de la crisis demográfica del siglo XIV, los señores intentaron disciplinar a un campesinado algo más fuerte debido a su reducido número
-          Una resistencia exitosa por parte del campesinado a estas acciones señoriales sólo ocurrió en el oeste europeo. En el este, formas serviles de trabajo volvieron a imponerse. El factor decisivo en esto no fue la presencia o ausencia de ciudades, sino la solidaridad y fuerza del campesinado occidental
-          En Inglaterra la centralización temprana del estado con consentimiento de los señores liberó a los campesinos de los impuestos estatales, pero a la vez los desprotegió de los avances señoriales. Como éstos últimos no podían volver serviles a los campesinos nuevamente, ni tampoco revertir hacia una forma de estado absolutista, tuvieron que “inventar nuevas formas de organizar el trabajo para conseguir excedente.
-          En Francia el Estado absolutista emergió como un fenómeno de clase, como un extractor independiente de excedente. Competía con los señores por el excedente de los campesinos, quienes habrían logrado retener sus tierras. A la vez, protegía a los campesinos de los señores  

“Pero la contingencia es precisamente lo que está involucrado. En una posición que tiene una curiosa semejanza con el althusserianismo, Brenner concibe el feudalismo como un sistema auto-contenido y auto-perpetuante que no puede ser minado por sus propias contradicciones internas. Se afirma que Brenner tiene una explicación para la –bastante improbable- emergencia del capitalismo: la lucha de clases…sólo para ser desilusionados por la escasa atención que él de hecho le dedica al tema. De hecho, es en el resultado de esos conflictos clasistas en el cual Brenner está interesado no en los conflictos mismos. La lucha de clases rural solo opera como un mecanismo para explicar por qué las relaciones sociales capitalistas de producción supuestamente emergieron sólo en Inglaterra…”

Brenner no es el primero en poner énfasis en el desarrollo capitalista “previo” de la agricultura. Los marxistas anteriores ya habían elaborado tesis al respecto, siendo Lenin uno de los primeros en hablar de las formas transicionales de capitalismo que emergían en el campo ruso de fines del siglo XIX. Ahora bien, ene este caso específico, Brenner argumentaría que Rusia sólo estaba presionada a adoptar cierto modelo de relaciones productivas ya presentes en el mundo como un todo; en cambio, el problema es que Inglaterra, por su parte, nunca tuvo tal modelo porque fue la primera en lo que concierne al capitalismo

Marx no vió necesidad de un mecanismo especial con el cual explicar la emergencia del capitalismo en Inglaterra (o en la Provincias Unidas y Cataluña, las otras áreas donde Brenner, sino sus seguidores, conceden que el capitalismo ya había emergido). La explicación más obvia de esta omisión por su parte es que él no pensaba que el desarrollo capitalismo era específico de Inglaterra, sino un fenómeno general, al menos en Europa. Consecuentemente, la completa elaborada hipótesis acerca de los diferentes resultados de la lucha de clases es totalmente innecesaria. En efecto, miembros de la escuela de Brenner no parecen reconocer que existe un modelo abstracto en El Capital. Brenner aparte, ellos piensan que Inglaterra fue el único sitio de desarrollo capitalista endógeno y por tanto asumen que Marx tomó el desarrollo inglés como un modelo del origen del capitalismo porque, en efecto, era el único ejemplo que tenía. Ahora, yo no disputo que Inglaterra fue el país donde el capitalismo se desarrolló en mayor medida. Fue por esta razón por la que Marx la tomó como base para su análisis, de la misma manera que él siempre tomaba la forma más desarrollada de cualquier fenómeno como la base de su análisis. Pero, en su trabajo maduro, Marx repetidamente afirmó que el desarrollo capitalista tuvo lugar más allá de Inglaterra en el espacio y antes que Inglaterra en el tiempo. Él ciertamente creía que para 1648 el modo capitalista de producción había devenido dominante en Inglaterra más que en cualquier otra parte, pero eso era perfectamente compatible con creer que la producción capitalista se había desarrollado en otra parte, dentro de economías de otra manera feudales”

Cuando los integrantes del marxismo político se ven enfrentados a los pasajes en los cuales Marx afirma que el capitalismo estaba presente antes y en otros lugares distintos de Inglaterra, éstos, o interpretan los pasajes para que signifiquen algo distinto (Meiksins Wood), o incluso sostiene la afirmación de que en ocasiones Marx era incapaz de comprender su propia teoría (Comninel).

“…Brenner apunta a las capacidades diferenciadas desplegadas por las clases involucradas: estos señores tenían una mejor organización, aquellos campesinos desplegaron menos solidaridad; pero, sin una explicación de los procesos previos mediante los cuales testas clases adquirieron sus cualidades organizacionales y solidarísticas, estas son meras descripciones que, para tomar una expresión favorita de Wood, “asumen precisamente lo que debe ser explicado”. Su inhabilidad para explicar los niveles diferenciales de resistencia campesina a los señores (en oposición a las consecuencias de esa resistencia) significa que él tiene que retroceder a lo que Stephen Rigby llama “un montón de factores históricos particulares que no pueden ser reducidos a la estructura de clases o a la lucha de clases”. Fue por razones bien específicas que Guy Bois describió el marxismo de Brenner como involucrando “una visión voluntarista de la historia en la cual la lucha de clases está divorciada de toda otra contingencia objetiva”

Es interesante que esto se acerca a nuestra tesis de que el resultado diferencial de las transiciones debe ser explicado no a partir de una lucha de clases en abstracto, sino a partir de una lucha de clases basada en las formas de explotación específicas que permite un modo de producción compuesto de ciertas relaciones sociales de producción

En lo que se refiere a las consecuencias de la lucha de clases, la evaluación de Brenner  es altamente determinista (tanto señores como campesinos no tenían realmente otra alternativa que devenir dependientes del mercado)

Brenner esta ciertamente en lo correcto cuando rechaza la contraposición entre un campo supuestamente feudal y unas ciudades supuestamente capitalistas, pero, ¿acaso no requiere de nosotros que aceptemos una inversión de esta dicotomía igualmente implausible? En efecto, es difícil visualizar cómo pudo existir una inescapable compulsión mercantil e el campo en primer lugar, mientras la economía urbana permanecía intocada por las relaciones sociales de propiedad capitalistas, dado que esta última no pudo y no podría haber estado aislada de la primera. Más todavía, en ningún sentido está claro cómo las relaciones sociales capitalistas de propiedad fueron extendidas a las ciudades, que presumiblemente permanecieron feudales o post-feudales, o en cualquier caso, no-capitalistas hasta que algo -¿pero qué?- llevó la introducción de estas relaciones”

“¿A quién vendieron su fuerzas de trabajo los campesinos desposeídos si no existía más clase capitalista que los arrendatarios y los terratenientes en el campo inglés? Para comprar las mercancías que requería, la nueva fuerza de trabajo requería empleo. ¿Quién los empleaba? ¿Pudo ser que mercaderes emprendedores o artesanos vieron–susurra quine se atreve- una oportunidad?

En un pasaje de los Grundrisse Marx argumenta que la disolución de las relaciones de producción antiguas tiene que tener lugar tanto en las ciudades como en el campo, y que el proceso en el último es en parte responsable del proceso en las primeras:
El trabajo urbano mismo había creado medios de producción para los cuales los gremios devinieron tan constriñientes como eran las antiguas relaciones de propiedad de la tierra para la agricultura mejorada, que era en sí misma en parte una consecuencia del mercado más amplio para productos agrícolas en las ciudades, etc” (Marx, Grundrisse) 

Davidson critica a quienes sostienen que Marx meramente adoptó la versión de los historiadores liberales burgueses acerca de la naturaleza de la revolución burguesa. Davidson cita una reseña de un libro de Guizot que Marx escribió en 1850 (Why was the english revolution so succesful?). En ella, Marx está completamente consciente del carácter capitalista de gran parte de los terratenientes en esos años; sin embargo, en ningún sentido son los únicos capitalistas susceptibles de encontrar en la Inglaterra de la época. Asimismo, aún si reconoce la fuerza de las relaciones capitalistas de producción en este momento, Marx no considera que la transición hacia el capitalismo se encontrara completa incluso en 1688

“…Marx conceptualiza un desarrollo desigual, pero ampliamente simultáneo, a través de los sectores urbanos y rurales con resultados mutuamente reforzantes” pero

Para los miembros de la escuela de Brenner, el capitalismo está definido por lo que ellos llaman compulsión de mercado –la remoción de los medios de producción y de subsistencia de los productores directos, de manera que éstos estén forzados a descansar en el mercado para sobrevivir. Existe, por supuesto, una tradición venerable de pensamiento que define el capitalismo solamente en términos de mercado, pero no es el marxismo, es la escuela económica austriaca cuyos líderes representativos fueron Ludwig Von Mises y Friederich Von Hayeksupone declarar cualquier forma de intervención estatal o supresión de los mecanismos de mercado, desde la provisión pública más modesta de los servicios de bienestar hasta la completa nacionalización de la economía, como socialista”

Los miembros de la escuela Brenner igualmente definen cualquier tipo de actividad económica que no involucre la compulsión de mercado como no capitalista

Para Marx, el capitalismo se definía, no como un sistema de compulsión mercantil, sino como uno de acumulación competitiva basada en el trabajo asalariado. Ambos aspectos son igualmente importantes” 

El problema es que el trabajo asalariado no era universal en la Inglaterra de 1789, menos aún la de 1688. De esto dan fe todas las luchas por la “economía moral” y el “precio justo” contra la economía política que aún ocurrieron hasta el fin del siglo XVIII. Enfrentando este problema, Wood afirma de manera fuerte que los orígenes del capitalismo no necesitan involucrar el trabajo asalariado (de hecho, el trabajo asalariado, para ella, no es constitutivo del capitalismo, sino que una consecuencia del mismo)

“En las relaciones de propiedad específicas de la Inglaterra de la modernidad temprana, los señores y sus arrendatarios devinieron dependientes del mercado para su auto-reproducción y por tanto sujetos a los imperativos de la competencia y la productividad incrementada, sin importar si empleaban o no trabajo asalariado…El hecho de que la competencia mercantil y la proletarización precediera la proletarización nos dice algo acerca de las relaciones de competencia y su autonomía de las relaciones entre el capital y el trabajo. Significa que los productores y poseedores de los medios de producción, que no son ellos mismos trabajadores asalariados pueden ser mercantilmente dependientes sin emplear trabajo asalariado” (Ellen Meiksins Wood)

Exactamente lo contrario afirma Chattopadhyay. Pareciera que Wood trabaja con una noción de competencia derivada de la economía política clásica; más todavía es bastante sorprendente la autonomía que le otorga al proceso de competencia (que es parte de la circulación y fenómeno para Chattopadhyay)

“Para Wood, la remoción de los medios de subsistencia de los productores directos es el momento fundamental en su sujeción a la compulsión de mercado. Es verdad, por cierto, que, en un contexto en el cual la economía ya está dominada por el modo capitalista de producción, los granjeros arrendatarios pueden cumplir el rol de capitalistas sin importar si emplean trabajo asalariado o no, pero esto no tiene nada que ver con el hecho de si poseen o no poseen los medios de subsistencia. Granjeros independientes en el suroeste de Escocia, o incluso en partes de las Highlands, ya eran dependientes del mercado mucho antes de que la transición hacia el capitalismo fuera impuesta en la segunda mitad del siglo XVIII, por la simple razón de que ellos estaba restringidos por constreñimientos medioambientales a una agricultura pastoral, y no podían subvenir sus necesidades de ninguna otra manera. Si el capitalismo está basado en una forma particular de explotación, en la extracción de plusvalor del productor directo mediante el trabajo asalariado, entonces no puedo ver cómo puede existir capitalismo ante la ausencia de trabajo asalariado. ¿De dónde proviene el plusvalor en un modelo que sólo contiene terratenientes capitalistas y granjeros capitalistas? El plusvalor puede ser realizado mediante las transacciones de mercado, pero difícilmente puede ser creado a partir de ellas. El único medio por el cual el plusvalor puede ser extraído que Wood propone, es la competencia por los arrendamientos  entre los granjeros arrendatariosPero no existe nada distintivamente capitalista acerca de este mecanismo” (existía una similar en la Escocia del siglo XVII y los ismos reformadores capitalista sostenían que este método era uno de las principales formas de explotación del campesinado no modernas)  

Wood se defiende estableciendo que los críticos de Brenner sostienen que no puede existir una teoría marxista de la competencia capitalista. Sin embargo, Davidson argumenta que esto no es así: el punto es que él propone una competencia capitalista distintiva, basada no en la competencia de mercado (Wood), sino en la acumulación competitiva

Con respecto a esto, el autor sostiene que la acumulación competitiva usualmente ocurre en el contexto de la competencia de mercado, pero esto en ningún caso implica que toda forma de acumulación competitiva es competencia de mercado. Al respecto cita a Bujarin y sostiene que el punto central de la teoría marxista del imperialismo no fue la dominación colonial o semi-colonial, sino la competencia entre potencias capitalistas estatales. Uno de los medios de competencia importantes fue la guerra.

“…cada fenómeno económico en el mundo capitalista está ligado, de alguna forma u otra,  con el precio y, por tanto, con el mercado. Esto no significa, sin embargo, que cada fenómeno económico sea un fenómeno de mercado. Sucede lo mismo con la competencia. Hasta el momento, se ha considerado principalmente la competencia de mercado, pero la competencia –e.g. la lucha entre las empresas capitalistas-, puede ser también librada fuera del mercado en el sentido estricto de la palabra. Tal, por ejemplo, es la lucha por las esferas para la inversión de capital –e.g. por la misma oportunidad de expandir el proceso de producción. En este caso también, es claro que otros métodos de lucha, distintos a los de la competencia de mercado horizontal clásica, serán utilizados…” (Nikolai Bujarin)

El autor sostiene que la escuela de Brenner tiene también parecidos con la escuela austriaca, en tanto ambas consideran altamente antinatural la sociedad mercantil capitalista (en el sentido de contrario a la naturaleza humana), sobre todo con la base de un colectivismo originario (más natural)

Relevar como esta idea de un colectivismo originario no es específica del marxismo, sino incluso característica de un pensador como Hayek

“Ningún modo de producción es intrínsecamente ajeno a la naturaleza humana. Esto no significa imaginarse que la naturaleza humana es infinitamente plástica o maleable, y no tiene ninguna cualidad estable”

“Si nos preguntan, ¿dónde puede ser encontrado el estado de naturaleza? Podríamos responder, está aquí; y no importa si con esto se entiende que hablamos de la isla de Gran Bretaña, el cabo de buena esperanza o el estrecho de Magallanes. Mientras este ser activo está en tren de emplear sus talentos, y operando sobre los sujetos alrededor suyo, todas las situaciones son igualmente naturales” (Adam Ferguson)

“Para Marx, la cualidad humana nuclear, la que nos distingue del resto del mundo animal, es la necesidad y habilidad de producir y reproducir nuestros medios de existencia. Esta es la razón de que sea la producción, y no la propiedad, el sine qua non del marxismo de Marx, y del hecho de que su teoría del desarrollo social privilegia el desarrollo de las fuerzas productivas sobre las relaciones de producción”

Retener, reflexionar y discutir

Tanto los althusserianos como los brennerianos tienden a quitarle importancia a la cuestión de las fuerzas productivas. En ello comparten un rasgo con los teóricos del sistema-mundo (capitalismo=mercado, sin importar la base técnica). Así, la escuela de Brenner tiene la tendencia a presentar la vida campesina previa al capitalismo como una basada principalmente en una economía natural de comunidades auto-gobernadas. En ellas, que no poseerían ningún incentivo para el desarrollo de las ffpp, entraría sólo ocasional y superficialmente el señor para extraer excedente. Este cuadro es errado

Recordemos que ya hicimos una crítica similar

En situaciones en que los productores directos tenían que entregar parte de lo que habían producido a alguien más, una parte que tendía a fluctuar hacia arriba, ellos claramente tenían un motivo –uno podría decir casi un imperativo- para aumentar la producción, un motivo que no tenía necesariamente que ver con los mercados. Incrementar la producción, si lleva a un mayor ingreso disponible, puede proporcionar a los campesinos los medios para escapar de la ejecución de servicios de trabajo, llevar a emplear trabajo asalariado para realizar tareas que de otra manera destruirían la salud y acortarían la vida de los miembros de la familia, o quizás incluso a adquirir cierta propiedad heredable que los removería de las jurisdicciones feudales del todo.
“Antes que retirarse del mercado, los campesinos usaron el mercado para escapar de la servidumbre” (Jane Whittle)

“Existe un número limitado de formas mediante las cuales los seres humanos pueden explotarse económicamente entre sí.

“Esclavitud, servidumbre y trabajo asalariado son soluciones histórica y socialmente diferentes para un problema universal que permanece fundamentalmente igual” (Fernand Braudel)

Dado este altamente restringido rango de opciones, las chances de que algo como el capitalismo emergiera eran realmente bastante elevadas, dadas ciertas condiciones. Los modos de producción esclavista, tributario y feudal emergieron directamente desde sociedades pre-clasistas y también lo hicieron los elementos –trabajo asalariado, producción mercantil, competencia de mercado- que eventualmente se combinaron para crear el modo capitalista”

Criticar la cuestión de la existencia de sólo un muy limitado número de formas de explotación. Citar todo el debate sobre los modos de producción que aquí presentamos. Clarificar que lo limitado puede tener cierta para con los modos de producción principales entendidos en términos epocales –ver artículo en Los modos de producción en América Latina-, mas no necesariamente las formas de explotación –que muy bien pueden distinguirse de los modos y también de las rsp. Reflexionar sobre esto con Banaji y un artículo del primero volumen que ya fichamos.
 Dar cuenta de que aquí Davidson establece los mismo que Wood critica en Roemer (los modos de producción siempre estuvieron presentes, no había nada nuevo bajo el sol, la historia es como pelar una cebolla, etc).
Preguntarse si el énfasis en los elementos aislados no pierde el sentido relacional y estructural de la comprensión epistemológica –preguntarse si la comparación entre modos de producción es tan posible como para sacar elementos de uno y meterlo en el otro sin cambio, o es necesario hablar de la diferente naturaleza de cada modo de producción…no se caería con esto en el mito de los paradigmas inconmensurables?

Davidson afirma que el propio modelo de Marx del desarrollo de las fuerzas productivas es más adecuado para dar cuenta de la transición hacia el capitalismo. Las ffpp se desarrollaron a través de:
a)      Los incrementos de la producción por parte de los campesinos ya citados
b)      La producción de armamentos que se incrementaban con la acumulación políticas y la guerra propia del mpf

Es interesante ver como para Brenner b) supone una inversión improductiva, y por tanto no produce crecimiento sistemático. Para Davidson, sin embargo, la inversión en armamento no es problemática en tanto suponga mercantilización y utilización de trabajo asalariado. Es posible que Brenner trabaje con una noción productivo/improductivo fisicalista (basada en el valor de uso), muy propia de las teorías del capitalismo de un Sweezy o un Baran. Por el contrario, Davidson opera con una noción relacional de trabajo productivo, lo que quizás se explique porque trabaja con una teoría del valor verdaderamente marxista. Así, mientras para Brenner acumulación de capital es acumulación de un tipo de valores de uso, para Davidson acumulación de capital supone solo la reproducción ampliada de la relación entre trabajo asalariado y capital

Davidson consigna la cita de Brenner sobre la “cuestión de que se asume lo que se necesita explicar” (que citamos en Wood y Post)

“La teoría de la revolución burguesa no es acerca de los orígenes y desarrollo del capitalismo como sistema socio-económico, sino sobre la remoción de las amenazas de retrógradas a su existencia continuada y el derrocamiento de la restricciones para su futura expansión. La fuente de estas amenazas y restricciones ha sido, históricamente, el estado precapitalista, bien bajo su forma absolutista monárquica, o bajo su naturaleza tributaria”

Se sintetiza y comenta lo que Brenner propone en “Merchants and revolution”
Para Brenner existió una revolución burguesa en el siglo XVII inglés. Sin embargo, el obstáculo monárquico estatal que debió ser removido por la burguesía no es bien comprendido por Brenner. En ningún el estado inglés de la época puede ser entendido como un fenómeno de clase autónomo, con “propiedad políticamente constituida” tal como los imperios tributarios de China, Bizancio y Rusia. Tampoco, por otra parte, la resistencia del Estado inglés a la burguesía puede ser explicada por el apoyo de la corte, el clero y algunos mercaderes tradicionales. Debe ser explicada, por el contrario, porque aún existía una sección no menor de la sociedad inglesa que tenía su fundamento en relaciones sociales, políticas y económicas precapitalistas, feudales o transicionales

Crítica de las tesis de Benno Teschke
-          Davidson afirma que Teschke concibe un proceso revolucionario (llevado por las presiones de la Inglaterra ya capitalista sobre el continente y no determinado, en lo fundamental, por las contradicciones internas a los estados-nación) que se extiende entre 1688 y 1918.
-          Esta periodización es muy extensa (recordar críticas anteriores a este procedimiento)
-          Las transiciones mayores hacia el capitalismo se dieron a partir de 1789 y no 1688, con la excepción de la revolución escocesa

Cada miembro del marxismo político está enfocado en enfatizar que la RF no tuvo nada que ver con el desarrollo del capitalismo ni en lo doméstico ni en el extranjero
“Por tanto, el evento más cataclísmico del siglo XVIII, quizás de la historia humana hasta ese punto, cuyos efectos se sintieron alrededor del mundo desde Irlanda a Egipto, y que hasta 1917 por lo menos, definió la propia naturaleza de la revolución misma, fue…una riña sobre quien llega a ser el granjero rentista e Picardía”

Los historiadores y teóricos burgueses habían estado intentando comprender las “revoluciones que habían llevado a sus miembros al poder en diferentes estados por menos por 200 años antes de que el marxismo apareciera en los 1840s. Un ejemplo de esto son las elaboraciones de Hugo Grocio, quien intenta comprende la primera revolución burguesa, al holandesa, que tomó la forma de una guerra de liberación nacional contra un poder externo, la España de los Habsburgo.

La revolución inglesa, por su parte, intentó ser comprendida por burgueses contemporáneos como Edward Hyde (realista moderado) y James Harrington (republicano moderado). Ambos establecieron que los cambios en la naturaleza de la propiedad habían sido la causa subyacente de los giros políticos que hicieron estallar la guerra civil del siglo XVII. Asimismo, también se preguntaron acerca de la cantidad de propiedad que debía tener el pueblo para ser tal.

Revolución escocesa
-          Antes de ser incorporada a la Commonwealth en 1707, Escocia había desarrollado muy poco el capitalismo.
-          No supuso intervención popular, sino que tomó la forma de una supresión militar y jurídica del poder feudal por parte de Inglaterra (1745-6)
-          Fue una revolución “por arriba” porque no incluyó a las masas populares. Sin embargo, no fue impulsada por el Estado: reunió el apoyo de señores que comenzaban a transformarse en capitalista, arrendatarios que emergían gracias a los nuevos métodos de cultivo y pensadores ilustrados a los cuales les interesaba el desarrollo nacional
-          Se intentó trazar un esquema para realizar en pocas décadas lo que a Inglaterra le había costado dos siglos
-          Los mismos pensadores no creían en la necesidad de una revolución burguesa, aunque, paradójicamente,  establecían como una necesidad la eliminación del poder de la nobleza (e.g. Adam Smith)

“Los ciento cincuenta años entre el estallido de la revolución inglesa y francesa se deben parcialmente al hecho que, inicialmente al menos, la clase dominante francesa fue capaz de aprender de la historia e hizo intentos conscientes para prevenir el crecimiento de fuerzas semejantes a las que habían derrocado a los estuardos (en este respecto, existen paralelos entre el Estado tributario Chino y el estado absolutista francés que no existen entre el primero y el absolutismo inglés)

Revolución Francesa
-          El capitalismo existía y no era menor previo al estallido de 1789. Si bien no estaba generalizado como en Inglaterra, sí mostraba formas de asalarización industrial avanzadas y desconocidas para el capitalismo inglés durante la revolución del siglo XVII.
-          Los burgueses contemporáneos intentaron comprender su propia revolución. Véanse la palabra del abate de Sieyés: “los sistema políticos, hoy en día, están fundados exclusivamente en el trabajo: las facultades productivas del hombre son todo”. Joseph Barnave también escribía que la revolución tenía que ver con los cambios en la forma de propiedad (posesión de la tierra para la aristocracia, propiedad industrial para el pueblo)
-          Un francés anónimo escribió alabando los rápidos avances de los escoceses desde 1746 y cómo era necesario replicarlos en Francia

“Para el tiempo en que Marx y Engels entraron en la vida política, entonces, había existido un consenso por casi doscientos años, común a través de circunstancias locales bien diferentes, que sostenía que la base del cambio político descansaba en los cambios precedentes en la naturaleza de la propiedad y en los individuos a los cuales pertenecía esta propiedad”. Ahora bien, es cierto, como establece Lukacs, que la burguesía nunca puede ni podrá tener una comprensión científica completa del mundo, aún en su fase revolucionaria. Sin embargo, esto no significa que los intelectuales burgueses no tenían percepciones del proceso histórico. Fue la supresión de estas percepciones, después de todo, lo que llevó a Marx a identificar la transición desde la investigación desinteresada a la apología en los 1830s”

El consenso al cual se refiere Davidson lo ejemplifica mediante los escoceses Smith y Dalrymple, los ingleses Harrington y Clarendon, y los franceses Sieyés y Barnave.

Para los liberales franceses que sobrevivieron a la revolución de 1789, no había ninguna duda de que la RF era un evento de tipo similar al de Inglaterra en el siglo XVII. Así, Guizot escribió en los 1850s:
 “…aún si engañados en muchos expectativas prematuras, ella liberó a la sociedad inglesa, en gran medida, de la monstruosa desigualdad del régimen feudal –en una palabra, tal es la analogía entre las dos revoluciones, que la primera nunca hubiera podido ser bien entendida si la segunda nunca hubiera ocurrido” (Francois Guizot)

En este respecto, Guizot estaba de acuerdo con Marx y Engels. Así, aún si era importante explicar la diferencia en las fuerzas clasistas existentes en ambos casos, Marx y Engels no dudaron que tanto la revolución inglesa como la francesa debían ser clasificadas como el mismo tipo de evento. Esto no suponía que en este punto Marx y Engels meramente reproducían el paradigma ideológico burgués de la “revolución burguesa”

Se cita la crítica de Comninel sobre la cuestión de la revolución burguesa
-          El Marx temprano habría elaborado su teoría de la revolución burguesa sumando la historiografía francesa liberal (revolución francesa) con la economía política escocesa (emergencia de la sociedad comercial). Sólo en los 1850s, al elaborar los Grundrisse, Marx llegaría a cambiar sus percepciones y elaborar lo concerniente a las “relaciones sociales de propiedad”

Davidson argumenta que las influencias de los escritores nunca vienen solamente de los libros. Así, Marx fue un hombre que vivió en un tiempo y lugar particular cuyos efectos sobre él no fueron menores. Marx nació en la Prusia del rin, un lugar directamente afectado por la revolución francesa. En tanto que ocupado por los franceses por un tiempo, este territorio vivía en carne propia la revolución; cuando Marx era joven la pregunta era siempre por qué tipo de revolución ocurriría, porque era seguro que una revolución iba a ocurrir. Esto fue lo que llevó a Marx a elaborar su teoría de la revolución.

Marx y Engels heredaron importantes instrumentos analíticos de la tradición intelectual burguesa europea. De los escoceses y los franceses, ellos heredaron la distinción que reconoce diferentes fases de subsistencia (pastoral, agraria, agrícola y comercial); de los ingleses y escoceses heredaron la distinción entre propiedad y no propiedad. Sin embargo, modificaron (¿o meramente radicalizaron?, se pregunta Davidson) estas nociones en su trabajo maduro. Así, la noción de modo de subsistencia fue incorporada en el concepto más amplio de fuerzas productivas; la distinción entre propiedad y no propiedad, por otra parte, se incorporó en el concepto más abarcante de relaciones de producción.

Es cierto que la Ideología Alemana (1845) es un trabajo aún no maduro de Marx y Engels, sin embargo, su inmadurez no tiene que ver con que ellos aún no se hubieran desembarazado del modelo escocés que iguala la expansión de la sociedad comercial con lo moderno. Esto porque el mecanismo determinante en el progreso humano que Marx y Engels reconocen en este trabajo, la división del trabajo, está localizada en las fuerzas productivas, no en el intercambio.

El estado de madurez fue alcanzado por Marx y Engels a más tardar en 1847: reconocible en la “Miseria de la filosofía” (1847) y en los bosquejos de artículo “Trabajo asalariado y capital”. Davidson sostiene que los postulados en estos escritos son congruentes con el trabajo posterior de Marx en los Grundrisse y los tres tomos de El Capital. Por lo demás, la mayor parte de las referencias de Marx a la noción de revolución burguesa son posteriores a 1847; Davidson cita un pasaje de El capital I:
“ …la total dominación de la forma moneda sólo fue implementada en una escala nacional hacia el final del siglo XVIII, durante la revolución burguesa francesa” (Marx, el capital)

“Mucho antes mí los historiadores burgueses describieron el desarrollo histórico de esta lucha de clases y los economistas burgueses la anatomía económica de estas clases” (Marx, carta a Weydemeyer)

Davidson consigna esta cita para establecer que la misma se refiere a las clases y la lucha de clases, no a la noción de revolución burguesa, como querría Comninel.

El giro apologético de la intelectualidad burguesa que tuvo lugar en los 1830s (que ya citamos), lo reconoce Davidson a través de la persona de Thomas Babington Macaulay. Éste había escrito incendiarias diatribas a favor de necesarios cambios basados en las transformaciones de la propiedad (citando la RF como ejemplo) en 1831, sin embargo, ya en 1847 comienza a publicar una historia de Inglaterra que pone el acento en la continuidad de la tradición de la nación en lo que se refiera a las libertades constitucionales. Este giro, desde el análisis de las transformaciones en la naturaleza de la propiedad al énfasis en los acontecimientos políticos que dan cuenta del progreso de la libertad constitucional, es común a la deriva apologética propia del pensamiento burgués a partir de los 1830s.

Davidson señala que Marx y Engels no sólo retomaron las nociones burguesas previas basadas en las transformaciones de la propiedad, sino que las transformaron modificándolas esencialmente. Así como instituyeron la crítica de la economía política en base a una crítica de las categorías burguesas previas, ellos instituyeron una noción de revolución burguesa en base a la crítica de las nociones burguesas previas. “En consecuencia, ellos transformaron las concepciones del cambio revolucionario al menos en el mismo grado que lo hicieron, digamos, con la ley del valor”   

La confusión acerca de este tema puede estar dada porque Marx y Engels teorizaron ambas, las revoluciones burguesas y proletarias, al mismo tiempo, y, en ambos casos, utilizaron de manera importante el ejemplo de la revolución francesa…
 “Desde la gran revolución francesa en adelantes, todas las revoluciones exhiben el mismo patrón con intensidad creciente” (Lukacs)
Marx y Engels tomaron, sin embargo, diferentes aspectos de la experiencia francesa en relación con estos dos tipos de revolución social. Si la “forma” de la revolución francesa (los levantamientos populares democráticos masivos) prefiguró el proceso de revolución proletaria, las “consecuencias” (el derrocamiento de las restricciones absolutistas sobre el desarrollo capitalista) definió la naturaleza de las revoluciones burguesas. Fue este consecuencialismo el que los llevó a ligar la revolución francesa con la inglesa la holandesa, a pesar de sus diferencias”

¿Puede aislarse la forma del contenido en un marxismo hegeliano?

El autor cita a Pierre-Louis Roederer como un precedente para el análisis de Marx y Engels. Este autor, que participó en la RF, enfatizó en el hecho de que la misma no había sido una disputa política como ya era común sostener en los 1830s (contra Comninel), así como también subrayó que las consecuencias de la evolución no se condicieron con la mayoría de los horizontes que tenían para su acción la casi totalidad de los revolucionarios.

Análisis del Manifiesto comunista
-          El autor sostiene que la noción de revolución burguesa sólo aparece en la última página (en una sola página)
-          Los cantos a la heroicidad de una burguesía revolucionaria en el Manifiesto, no se refieren a la revolución burguesa, sino a la revolucionarización constante que esta clase produce en los métodos de producción

“En este contexto,  en ningún sentido es claro que Marx y Engels esperaban que la burguesía misma reventara las trabas invocadas en la famosa metáfora que siguió (Prefacio 1859)”

Es cierto que durante el tiempo del Manifiesto Comunista Marx y Engels invocaron el rol revolucionario de la burguesía en repetidas ocasiones. Sin embargo, esto se debía a motivos políticos contingentes (la revolución alemana de 1848), ya que ellos exageraban el rol revolucionario de las burguesías francesa e inglesa para destacar lo crumiro de la burguesía alemana.

“Leyendo estos textos…uno tiene usualmente la impresión de que Marx sólo ensalzó las virtudes de la burguesía revolucionaria en 1789 cada vez más, para estigmatizar a la ilegítima (bastarda) versión alemana de 1848” (Michael Lowy)

“Los caballeros de la industria, sin embargo, solamente tuvieron éxito en suplantar a los caballeros de la espada haciendo uso de eventos en los cuales no habían cumplido ningún papel” (Marx, El Capital)

El autor presenta argumentos que fundamentan la proposición de que Marx y Engels no tomaron y meramente reprodujeron el paradigma de la revolución burguesa desarrollado por los liberales burgueses:
a)      Enfatiza en el hecho de que el mismo Marx tomó una postura consecuencialista acerca de la revolución burguesa (como se ha visto más arriba y como se ve en la cita justo superior)

b)      Releva el hecho de que ya Engels introdujo la noción de revolución burguesa “por arriba”. Más todavía, Engels distinguía entre revoluciones “por arriba y por afuera” (aquellas revoluciones que trajo la revolución francesa en el continente) y revoluciones “por arriba y por adentro” (la revolución que supuso la unificación alemana). Véase la siguiente cita:

“La revolución de 1848, no menos que muchas de sus predecesoras, ha tenido extraños compañeros de cama y sucesores. La misma gente que la derrotó ha devenido, como diría Marx, su ejecutora testamentaria. Luis Napoleón tuvo que crear una Italia independiente y unida, Bismarck tuvo que revolucionar Alemania y restaurar la independencia de Hungría, y los manufactureros ingleses tuvieron que promulgar la Carta del Pueblo” (Friederich Engels)

c)      Lenin retomó el análisis donde Engels lo dejó. Así, enfatizó que la revolución burguesa podía entenderse de hecho como una era revolucionaria (e.g. en Rusia desde 1861 a 1905), aún si dejó claro que esta “era” tenía un comienzo y un final claro

“Si se quiere considerar la cuestión históricamente, el ejemplo de cualquier país europeo mostrará que fue una serie de gobiernos, en ningún sentido provisionales, que llevaron a cabo los objetivos históricos de la revolución burguesa, que incluso los gobiernos que derrotaron la revolución fueron sin embargo forzados a llevar a cabo los objetivos históricos de la revolución derrotada” (Lenin)

“Un movimiento de liberación que es burgués en su contenido social y económico, no es tal en razón de sus fuerzas motrices. La fuerza motriz puede ser, no la burguesía, sino el proletariado y el campesinado. ¿Por qué es esto posible? Porque el proletariado y el campesinado sufren aún más que la burguesía las sobrevivencias de la servidumbre” (Lenin)

d)     Lenin también enfatizó en que la forma mediante la cual la resolución de una época revolucionaria se materializaba, no estaba predefinida, sino que era una cuestión abierta. Así, podía ser a través de una revolución “por abajo” (vía americana), o mediante una revolución “por arriba” (vía prusiana)

e)      Trotsky negó enfáticamente que la burguesía alguna vez estuviera “a la cabeza” de cualquier lucha revolucionaria. Para él las revoluciones burguesas tempranas habían sido “hechas” por la pequeña burguesía.

“La burguesía liberal (francesa en 1789, rusa en 1917) puede contentarse a sí misma con esperar el movimiento elemental de las masas y luego en el último momento arrojar en la balanza su riqueza, su educación, sus conexiones con el aparato de Estado, y de esta manera agarrar el timón” (Trotsky)

El elemento verdaderamente revolucionario es la transformación económica del sistema feudal de producción en uno capitalista, hasta tanto que este proceso podría ocurrir sin que tuviera lugar una revolución burguesa, sin el levantamiento político de la burguesía revolucionaria. Y aquél caso en el cual aquellas partes de la superestructura feudal y absolutista que no son eliminadas mediante las “revoluciones por arriba”, ésta colapsaran de propio acuerdo cuando el capitalismo se encuentre plenamente desarrollado  (la situación alemana se adecua a este patrón en algunos aspectos)” (George Lukacs)

Cuando el Imperio Habsburgo se desintegró bajo el peso de la derrota militar, y la presión nacionalista yd e la clase obrera, Austria-Hungría se fragmentó en varios estados diferentes que ya estaban dominados por el modo capitalista de producción en gran medida (Austria, Checoslovaquia) o e menor medida (Hungría). Ninguna revolución fue requerida y, de hecho, las únicas que amenazaban eran las revoluciones socialistas que en ambos casos fueron derrotadas. Aún así, el punto esencial es correcto: no se requiere que cada país sufra una revolución burguesa. Una vez un número suficiente de países ha sufrido el proceso del establecimiento de la economía capitalista mundial, la necesidad de competir dentro de ella asegurará que la mayoría de las clases dominantes implementen una serie de adaptaciones incrementales al nuevo orden. Esto no implica que la creación de tal economía capitalista mundial fue el regalo único que Inglaterra entregó; ésta sólo emergió en el último cuarto del siglo XIX –de hecho, el comienzo de la fase imperialista del desarrollo capitalista es en sí mismo indicativo de que tal economía se había formado. La dominancia de la economía capitalista de hecho significa que la burguesía debe estar en directo control del estado”

“…la burguesía, más que ninguna otra clase dominante previa, nunca ha necesitado tomar control directo del aparato de Estado; todo lo que requería era que el aparato funcionara en su favor” (Lukacs)

f)       Las elaboraciones Gramsci acerca de la revolución pasiva en Italia son también indicativas de la fertilidad y originalidad del análisis marxista acerca de la cuestión de la revolución burguesa. Gramsci entendía la existencia de una continuidad de los miembros de clase feudal en el poder después de la revolución inglesa, alemana e italiana. En el caso de estas dos últimas, habría sido el Estado el cual habría impuesto a los miembros feudales en el poder un cambio en las formas mediante las cuales se apropiaban el excedente (cambio hacia el capitalismo)

g)      Las visiones de que la burguesía no tenía que ser necesariamente la clase “hacedora” de la revolución no eran marginales en el tiempo de Lenin. Véase, por ejemplo, el siguiente pasaje:

“Por tanto el término “revolución” puede ser utilizado en relación con el Meiji Ishin solo convencionalmente. Puede ser denominada burguesa sólo desde el punto de vista de sus resultados, lo que en ningún sentido significa que la burguesía cumplió el rol principal en ese tiempo” (O.V. Pletner, 1920s)

h)      Otro ejemplo de la fertilidad del marxismo para comprender la revolución burguesa es Georges Lefebvre:

“Hoy en día esta visión nos parece excesivamente sumaria. En primer lugar, no explica por qué el advenimiento de la burguesía ocurrió en el momento que ocurrió y no en otro momento, y, más particularmente, por qué en Francia tomó la forma de una mutación súbita, mientras muy bien pudiera haber tomado la forma de un proceso y una evolución gradual, si bien no enteramente pacífica…Es por tanto claro que la interpretación económica de la historia no nos compromete a visiones simples de la historia. La emergencia de una clase revolucionaria no es necesariamente la causa de su triunfo, y no es inevitable de que ella deba ser victoriosa o, en cualquier caso, victoriosa de una manera violenta. En el caso presente, la revolución fue lanzada por aquellos a los cuales iba a barrer, no por aquellos que serían sus beneficiarios” (Georges Lefebvre)

En consecuencia, la versión de la revolución burguesa que critican los revisionistas (a los cuales Comninel y los marxistas políticos consideran de buena forma), no es la versión marxista clásica en la materia, sino que una revisión importante de la misma.
Esto no quiere decir que la versión clásica no tenga problemas; algunos de estos se materializan en la comparación entre las revoluciones burguesas históricas y contemporáneas por motivos de estrategia política contingente. Véase los siguientes ejemplos en Trotsky:

 “El proletariado, sin importar lo radicalmente que haya roto con las tradiciones revolucionarias de la burguesía, aún así las preserva como una tradición sagrada de grandes pasiones, heroísmo e iniciativa, y su corazón late con simpatía por los discursos y actos de la convención jacobina” (Trotsky)

“Puede ser dicho con justicia que Lenin es el Cromwell proletario del siglo veinte” (Trotsky)

Análisis del manifiesto comunista
-          En la primera sección de éste se desarrolla aquella tesis de que toda la historia de las sociedades hasta el momento ha sido el de la lucha de clases. En la elaboración, Marx y Engels señalan una serie de diadas clasistas que luchan entre sí. Esta elaboración tiene los siguientes problemas.
-          La primera diada se consigna mediante la “pareja hombres libres y esclavos”, cuando debió haber sido expuesta como la lucha entre “propietarios de esclavos y esclavos”. Esto si lo que se quiere es describir la lucha de clases entre explotadores y explotados (todo este punto lo señala Ste Croix)
-          La lucha entre estas diadas es descrita por Marx y Engels como una entre oprimidos y opresores, no entre explotadores y explotados
-          La burguesía no es consignada en la lista

Análisis del Prefacio de 1859

“…los modos de producción asiático, antiguo, feudal y moderno burgués pueden ser designados como épocas que marcan el progreso del desarrollo económico de la sociedad(Marx)

-          Esto no supone que Marx esté proponiendo aquí una sucesión universal de modos de producción. Como señala Hobsbawn, los modos consignados en esta cita son cronológicos sólo en dos sentidos. Primero, son cronológicos en tanto cada uno de ellos se encuentra cada vez más alejado del estado primitivo del hombre. Segundo, son cronológicos en el sentido de que éste fue el orden en cual estos modos emergieron históricamente.
-          Ninguno de los sentido anteriores sugiere que cada formación social está destinada a pasar por la dominación de cada modo de producción en sucesión

Elementos que componen a la revisión de la teoría de la revolución burguesa que critican tanto los revisionistas como los marxistas políticos:  

a)      El pasaje sobre la lucha de clases citado anteriormente (que supone que cada clase explotada reconstruye la sociedad bajo un nuevo modo de producción o ambas clases en conflicto se autodestruyen en la lucha) + el pasaje citado del Prefacio de 1859 (que supone la sucesión inevitable de modos de producción en tanto que etapas)
b)      La tradición reformista y nacionalista que emerge con fuerza en la clase obrera de fines del siglo XIX. Ésta, en búsqueda de tradiciones revolucionarias en las cuales fundamentar su política reformista vigente, encontró la misma en la historia del “pueblo” en lucha continua por la “democracia”. Esta visión está ligada a los liberales de izquierda, quienes en este momento tenían conexiones importantes con el movimiento obrero. Así, por ejemplo, los reformistas ingleses señalaban una historia de lucha popular por la democracia en la cual destacaban la “revolución campesina” y la “revolución cromwelliana”, justo donde los historiadores liberales burgueses destacaban la continuidad de las luchas por las libertades constitucionales en el momento de la Carta Magna y el Bill of Rights

Esta segunda fuente también está reforzada por las mismas formulaciones de Marx en el Manifiesto (ganar la batalla de la democracia era el camino para el poder de la clase trabajadora)

Ambas fuentes coincidían en el hecho de que estas luchas terminaban con la llegada inevitable del socialismo. Entre 1889 y 1914, por otra parte, ambas fuentes convergieron en su interpretación de la revolución burguesa:

“En la síntesis resultante, se presumía que la burguesía había sido el actor que lideró la lucha para suplantar a los señores feudales, y que lo había hecho (en alianza con otras clases) mediante la demanda por la democracia. El fracaso de la burguesía en establecer la democracia plena significaba que ésta ahora debía ser conquistada por la clase trabajadora y, haciendo esto, la misma abriría el camino hacia el socialismo”

Marxismo ruso de la segunda internacional
-          Fueron los únicos integrantes de la segunda internacional que debatieron larga y seriamente sobre la cuestión de la revolución burguesa (quizás porque en la misma Rusia una revolución burguesa aún no ocurría o estaba recién ocurriendo)
-          Desarrollaron la noción de “revolución democrático-burguesa”, noción a la que Trotsky no adhirió y que Marx y Engels nunca utilizaron
-          La citada nueva noción no presuponía un cambio el análisis marxista de las revoluciones burguesas anteriores a la rusa; éstas no se entendieron como unas lideradas por una burguesía en lucha por la democracia, ni se supuso que sus consecuencias fueron necesariamente democráticas.
-          La noción nueva fue desarrollada para describir y explicar el nuevo tipo de revolución que acaecería en Rusia: sería una revolución burguesa en contenido (desarrollaría el capitalismo), pero en la forma sería democrática en función la lucha misma de la clase trabajadora (libertades políticas, por ejemplo)
-          El nuevo concepto fue aplicado por los marxistas rusos de los veinte para analizar programáticamente la política que debía seguirse con respecto al tercer mundo. Así, se entendía que las revoluciones en los países coloniales y demases, debían ser unas “democrático-burguesas” (Lenin prefería utilizar la noción “nacional-revolucionaria” porque la primera expresión era demasiado reformista y dejaba demasiado lugar a los engaños burgueses) Esta era una política seria en los veinte, una política que proponía la alianza con las burguesías nacionales genuinamente anti-imperialistas

La citada política fue deformada por la deriva estalinista de la urss.  Así, de una política que suponía la unidad con una burguesía sólo cuando ésta estaba luchando revolucionariamente contra el imperialismo, se llegó a la necesidad inevitable y en todo momento con la burguesía nacional en el tercer mundo

c)      Ergo, el tercer elemento incorporado a la “revisión” criticada fue el estalinismo. La deformación estalinista supuso dos revisiones sustanciales a la teoría de la revolución burguesa.

c.1) Todas las revoluciones burguesas hasta la revolución proletaria rusa fueron entendidas como “revoluciones democrático-burguesas”. Esto no se condecía con el hecho de que el resultado de todas estas revoluciones nunca fue la generalización de las instituciones representativas, tampoco con los muy limitados experimentos democráticos llevados por las clases populares en algunas revoluciones burguesas, menos todavía con la cuestión de que gran parte de las mentadas revoluciones no tuvo participación popular. A todo esto se sumo la cuestión de las tareas históricas que supuestamente debía completar una revolución democrático-burguesa (unificación nacional independiente, solución el problema agrario campesino, etc). Si esta lista de “tareas” se tomara en serio, la revolución japonesa no se habría logrado sino hasta 1945 (por el problema agrario), mientras la revolución escocesa aún no existiría (porque no existe Escocia como país independiente)

Incluso Trotsky fue víctima de estas ilusiones, si tenemos en cuenta que, dada la no-solución del problema campesino en Japón, comprendió a la revolución meiji como una forma de posponer la revolución burguesa

“Seguramente es más razonable, antes que invocar el concepto metafísico de una completa y genuina solución (a las tareas de la revolución burguesa), juzgar una revolución burguesa por el grado en que tiene éxito en establecer un centro autónomo de acumulación de capital, incluso si fracasa al democratizar el orden político, o al eliminar las relaciones sociales feudales” (Alex Callinicos)

c.2) Se trasladó el énfasis de las consecuencias de la revolución, a las causas conscientes e intencionadas (burguesía)

Comentarios sobre Deutscher
-          Fue uno de los últimos representantes del marxismo clásico, ya que estuvo vivo y participó en las tradiciones marxistas pre-estalinistas
-          Es criticable cuando establece que la revolución proletaria y la socialista comparten una estructura similar
-          Es criticable con su visión de “socialismo por arriba”
-          Es loable el hecho de que su comprensión de las revoluciones burguesas nunca mezclara a éstas con la cuestión de la lucha por la democracia

-          Deutscher también distinguió, como Engels, entre dos variantes de la “revolución burguesa por arriba”; la variante externa (e.g. expansión militar de Francia luego de 1789) y la variante interna (e.g. Alemania)

“La visión tradicional (de la revolución burguesa), ampliamente aceptada tanto por marxista como por no-marxistas, es tal que, en tales revoluciones, en Europa occidental, la burguesía cumplió el rol de líder, estuvo a la cabeza del pueblo insurgente, y conquistó el poder…Me parece que esta concepción, cualquiera sean las autoridades a las cuales se les atribuye ésta, es esquemática e irreal. A partir de ella uno muy bien puede llegar a la conclusión de que la revolución burguesa es casi un mito, y que difícilmente ocurrió alguna vez, incluso en Occidente. Los empresarios capitalistas, comerciantes y banqueros no eran conspicuos entre los líderes puritanos o entre los comandantes de los Ironsides, en el club jacobino o a la cabeza de las masas que irrumpieron en La Bastilla e invadieron las Tullerías. Tampoco conquistaron las esferas de gobierno durante la revolución ni por un largo tiempo después, incluso en Inglaterra y Francia. Las clases medias bajas, los pobres urbanos y los sanscullotes conformaron los grandes batallones insurgentes. Los líderes eran mayormente caballeros granjeros en Inglaterra, y abogados, doctores, periodistas y otros intelectuales en Francia….Aún así, el carácter burgués de estas revoluciones no aparece en ningún caso como mítico, si es que las enfocamos mediante el criterio más amplio y la visión de su impacto general sobre la sociedad. El logro más sustancial y duradero fue barrer con las instituciones políticas y sociales que imposibilitaban el crecimiento de la propiedad burguesa y las relaciones sociales internas a ella. Cuando los puritanos le negaron a la Corona el derecho a la tributación arbitraria, cuando Cromwell le aseguró una posición monopolista en el comercio inglés con países extranjeros a los dueños de barcos, y cuando los jacobinos abolieron las prerrogativas y los privilegios feudales, ellos crearon, usualmente inconscientemente, las condiciones en las cuales los manufactureros, comerciantes y banqueros estaban obligados a ganar predominancia económica y, a la larga, incluso primacía social y política. Las revoluciones burguesas crean las condiciones en las cuales la propiedad burguesa puede florecer. En esto, antes que en cualquier alianza de lucha particular, resida su differentia specifica” (Isaac Deutscher, La revolución Inconclusa, 1967)

Las revoluciones burguesas tampoco deben ser definidas por las intenciones conscientes de los actores revolucionarios. Ni los puritanos ni los jacobinos querían conscientemente instalar relaciones capitalistas de producción. Los alemanes y los japoneses, por su parte, si bien éste era uno de sus objetivos conscientes, no lo era sino porque deseaban posicionar militar y comercialmente a sus propios estados nacionales.

El análisis consecuencialista y que reconoce la existencia de las revoluciones burguesas por arriba no sólo fue sostenido por Deutscher:
a)      Los trotskystas mantuvieron una posición similar (aun en el contexto de la crítica a la defensa de Stalin que hizo Deutscher)

“El camino bismarckiano no fue la excepción para la burguesía, sino la regla, la excepción fue la revolución francesa” (Tony Cliff. Esto muestra qué tan poco tenía el marxismo como paradigma revolucionario a la RF)  

“Una vez el trabajo de destrucción fue logrado, el trabajo de construcción de la sociedad burguesa podía proceder automáticamente por la expansión espontánea del capital en tanto que regulado por el mercado. Para la burguesía, por tanto, no podía representar una diferencia fundamental si el trabajo de destrucción era comenzado o llevado a cabo por el terror jacobino contra la aristocracia, como en Francia, o por lo aristocracia en la promoción de sus propios intereses, como en Alemania” (Max Shachtman)

“…dueños de molinos, contadores, promotores de compañías, banqueros provinciales, no son históricamente notorios por su propensión desesperada a correr a las barricadas, bandoleras al hombro. Ellos llegan a la escena generalmente cuando las batallas climáticas de la revolución burguesa ya han sido peleadas” (EP Thompson, 1965)

Christopher Hill
-          Es uno de los que son considerados representantes de la versión “convencional” acerca de la revolución burguesa. Sin embargo, sus visiones comenzaron a cambiar tempranamente:
-          Ya en los 1950s Hill separaba capitalismo y democracia (o revolución burguesa y democracia)
-          En 1971 reconoció la existencia de revoluciones burguesas “por arriba”
-          En 1980 había abandonado la premisa del rol consciente de la burguesía:

“Revolución burguesa es una frase infortunada si sugiere una “lograda por la voluntad” (willed) de la burguesía” (Christopher Hill)

-          En todos estos cambios Hill se acerca a la posición de Deutscher, a quien consideraba uno los genuinos representantes de la tradición marxista clásica

“…el término revoluciones burguesas ha sufrido muchas redefiniciones…(ahora significa) cualquier levantamiento revolucionario que, de una u otra manera, más temprano o más tarde, avanza la emergencia del capitalismo mediante el cambio de las formas de propiedad o de la naturaleza del Estado, sin importar las fuerzas clasistas involucradas” (Ellen Meiksins Wood)

“Si estas afirmaciones fueran verdaderas, los intentos para defender la teoría de la revolución burguesa serían ejemplos de lo que Imre Lakatos llama un “programa de investigación en degeneración”, involucrando la construcción sin fin de hipótesis auxiliares para proteger un núcleo interno de teoría que de hecho tiene poco o ningún valor explicativo

“Afortunadamente, esto es completamente falso. De hecho, los escritores que consideran que la teoría retiene un valor científico, han retornado al programa de investigación original, después de décadas en las cuales fue gradualmente abandonado. Lejos de redefinir el significado del término “revolución burguesa”, hemos redescubierto el significado prístino del término”

Tampoco es el término una redescripción abarcante de los eventos que precedieron al establecimiento del capitalismo en países individuales: las fuerzas de clase involucradas están limitadas a dos configuraciones principales, cada una con sus propias formas distintivas de proceso revolucionario, ambos conectados con una transformación del Estado en uno capaz de impulsar el desarrollo capitalista. Es posible añadir una tercera variante, que sólo emergió durante el siglo XX en el mundo postcolonial. Pero aún así, esto escasamente involucra las permutaciones infinitas sugeridas por Wood”

“Mientras esta prosperidad general dura, permitiendo a las fuerzas productivas de la sociedad burguesa desarrollarse hasta el máximo posible dentro del sistema burgués, no puede preguntarse acerca de una revolución real. Tal revolución solamente es posible en un tiempo en el cual dos factores entran en conflicto: las fuerzas productivas modernas y las formas burguesas de producción” (Marx –ver libro)

Notar como Marx habla de formas de producción, no de relaciones. Reflexionar

Análisis del Prefacio de 1859
-          Según Bensaid Marx aquí está describiendo una ley de tendencia (similar a la TDTMG):
“En un sistema abierto, como la economía política, las regularidades empíricas y las constantes conjunciones de eventos se manifiestan de hecho como tendencias” (Daniel Bensaid)
-          Existen razones políticas por las cuales Marx enfatiza más en la estructura que en la agencia (e.g. artículo de Prinz que ya citamos)

“…Pero no corresponde ni al quiebre de la sociedad antigua y la subsecuente aparición del mundo feudal, ni al nacimiento de la burguesía, que emergió precisamente fuera de y en los márgenes de las relaciones feudales. Tampoco corresponde a la constitución de la burocracia como el orden dominante hoy en día en los países en proceso de industrialización, ni finalmente tampoco a la evolución de los pueblos no-europeos. En ninguno de estos casos podemos hablar de un desarrollo de las fuerzas productivas materializado en la emergencia de una nueva clase social dentro del sistema social dado, un desarrollo que en “cierta fase” habría devenido incompatible con la mantención del sistema y habría conducido a una revolución llevando al poder a la clase emergente” (Cornelius Castoriadis)

“De hecho, lo que Marx está diciendo es mucho menos prescriptivo de lo que usualmente se piensa. El no pensó, por ejemplo, que las eras de revolución social tomaron la misma forma en el pasado o que lo harían en el futuro. Las eras de revolución social –comprendidas como el momento decisivo en la transición de un modo de producción a otro- son, en cualquier caso, extremadamente raras, tan pocas y alejadas entre sí como los modos de producción mismos, y la lucha de clases no siempre ha cumplido un rol decisivo para llevarla a su final”

“La maduración de tal contradicción (entre las fuerzas y las relaciones de producción) no necesita involucrar una agencia consciente de clase en cualquiera de los dos lados, por explotadores y explotados –ninguna batalla para establecer el futuro de la economía y la sociedad…” (Perry Anderson)

“En primer lugar el materialismo histórico especifica las capacidades estructurales poseídas por los agentes en virtud de su posición en las relaciones de producción –e.g. su posición de clase. Segundo, afirma que estas capacidades, y también los intereses de clase que los agentes comparte, tienen primacía explicativa en su conducta efectiva” (Alex Callinicos)

Reflexión a la luz de la manera en cómo Wright tematiza la cuestión de las capacidades estructurales de clase

La historia es la historia de la lucha de clases

Davidson entiende que existen dos formas principales de lucha clasista:

a)      Lucha de clases entre explotadores y explotados: la clásica. No todas las clases explotadas de la historia pueden ir más allá de la resistencia y trascender el modo de producción que las hace ser gracias a una capacidades estructurales que les posibilitan este paso. Sólo existe una clase explotada en la historia que ha tenido y tiene ese potencial: la clase obrera.
b)      Lucha de clases entre opresores y oprimidos: no supone explotación necesariamente. Todas las clases explotadas están oprimidas, pero no todas las clases oprimidas están explotadas. Una clase explotadora puede estar oprimida. Puede existir una lucha entre clases explotadoras que de paso a una revolución social, sólo si una de ellas está oprimida y ambas pertenecen a modos de producción diferentes. Sólo ha existido una clase oprimida y explotadora capaz de articular este tipo de revolución social: la burguesía capitalista.

La lucha de clases en la historia ha sido compleja (ambas formas de lucha de clases se han imbricado de manera compleja: explotados/explotadores; explotados- oprimidos/explotadores-oprimidos; explotadores/explotadores; ¿explotados de un modo de producción contra explotados de otro modo de producción? )

Retener que tanto Carling como Wright hablan de opresión económica. Establecer la diferencia entre sus formulaciones y entre cada una de éstas y la formulación de Davidson

Transiciones y revoluciones entre modos de producción

Se reconoce la existencia de comunismo primitivo, modo de producción asiático, modo tributario (con variantes), un esclavismo de corta vida, feudalismo y capitalismo. El pasaje desde el modo asiático y/o desde el comunismo primitivo hacia el feudalismo en el Norte y oeste lejano de europa no fue revolucionario, sino espontáneo. El feudalismo evolucionó gradual y espontáneamente en estos lugares

Discutir con artículo del comienzo del segundo volumen de fichas. Establecer las distinciones que allí se desatacan: modo pastoral y ver cómo el mpf no evolucionó espontáneamente allí –lo que tampoco implica una revolución-. Establecer que fue el feudalismo cerca de Roma el que se expandió hacia el norte y el oeste. Discutir la idea de modo tributario y el poco espacio que deja a la existencia de otros modos.

Davidson sostiene que existían relaciones feudales de producción el oeste del imperio romano antes de su caída. Sólo después del año 500 dc el feudalismo devino dominante en esos territorios (lo que tampoco implica especificar una fecha).
“El ascenso del feudalismo en los antiguos territorios del imperio representa, por tanto, el primer pasaje directo de un modo de producción explotador a otro”

Retener, reflexionar y discutir. Sumar la discusión anterior

Desde el mpe al mpf

-          El impulso de la transición vino por el continuado fracaso de la clase dominante esclavista a la hora de elevar o incluso mantener su ingreso

-          El elemento decisivo en la crisis fue, por tanto, la incapacidad de la clase dominante existente para desarrollar subsecuentemente las fuerzas productivas

-          La crisis ya comenzó a finales del siglo II dc; se debía al hecho de que el imperio ya había alcanzado sus límites territoriales de expansión, y así su fuente de suministro de fuerza de trabajo esclava

-          La única forma de solventar esta crisis era mediante la adquisición de tierras entre los distintos terratenientes y/o de los hombres libres.

-          A finales del siglo II ya se vió que los campesinos (hombres libres) perdían derechos (perdieron el voto, la obligación de ser guerreros, etc). En respuesta a esto, y entendiendo la enorme carga impositiva que significaba el imperio y la burocracia de la iglesia católica, los campesinos (hombres libres) buscaron la protección de los grandes terratenientes.

-          Los grandes terratenientes, dado que el suministro de esclavos comenzó a secarse, comenzaron a utilizar fuerza de trabajo campesina, a la cual redujeron a un estatus de servidumbre. Asimismo, comenzaron a criar esclavos (antes se compraban ya maduros): todo este proceso formaría la próxima clase servil explotada propia del mpf

-          Los nuevos campesinos (siervos) comenzaron a utilizar nuevos y mejores métodos de producción. Esto se explica porque ahora su subsistencia dependía de incrementar la producción, como no sucedía en el caso de la fuerza de trabajo esclava. Esta mayor productividad fue un aliciente más a la hora de que los ex esclavistas adoptaran nuevos métodos feudales de producción. “La esclavitud se extinguió ante el fondo de un casi continuo y incrementalmente notorio desarrollo de las fuerzas de producción” (Bonassie) 

-          La clase explotada bajo el mpe no fue la responsable del derrocamiento de los esclavistas. De hecho, los esclavos eran en gran medida pasivos (sólo se conocen tres grandes levantamientos de esclavos, uno de ellos el de Espartaco)

-          La lucha de clases en el imperio fue mayormente sostenida entre hombres libres

-          Los esclavistas conscientemente adoptaron nuevos métodos de producción que en el proceso llevarían a que el mpf se generalizara

-          La nueva clase dominante fue mezcla de dos clases explotadores provenientes de modos de producción distintos. Los esclavistas y los jefes de las tribus germanas conquistadoras (quienes, inconscientemente comenzaron a utilizar métodos feudales de producción debido a que su modo productivo basada en una casta guerrera dirigente tendía a la jerarquización y diferenciación social)

-          El proceso de transición fue casi por completo socioeconómico, esto es, la revolución fue la transición. De hecho el advenimiento de una superestructura feudal propiamente tal (los estados monárquicos, los tres órdenes) es bien tardía (año 1000 dc). Por tanto, no existe conquista del poder, sino una gradual transformación de unas clases explotadoras en otras, así como una gradual transformación de la superestructura para que ésta deviniera adecuada a los desarrollos socio-económicos “previos

-          Por tanto, la revolución feudal de año 1000 (Guy Bois, George Duby), no fue sino el momento conclusivo de un proceso que tomó cerca de 500 años

-          El feudalismo ocupó una región relativamente pequeña de europa occidental y central (así como también se desarrolló en Japón). No tenía una tendencia inherente a la expansión y no requería un espacio mundial ni continental para desarrollarse. Las conquistas de las cruzadas y la conquista de América no se deben a tendencias inherentes a un modo de producción específico, sino que fueron “oportunidades”. El mpf tampoco debió expandirse para cuidarse invasiones de modos de producción vecinos, porque éstos (modos tributarios) no estaban interesados en estas formaciones atrasadas

Comparar todo esto con el análisis de Meiksins Wood que ya citamos

Revolución socialista
-          La única revolución socialista que ha durado algo más que unos meses fue la revolución rusa (1917-1928)

-          Revoluciones socialistas más cortas fueron la comuna de París (1871), comunas en Alemania 1918 y 1923, experiencia española de 1936, momentos de Hungría en 1956, hechos en Portugal 1974-5

-          Primero, el ímpetu para la transición emerge no sólo de las repeticiones vacías y alienantes en el punto de producción, sino que también de la tendencia del sistema capitalista a entrar regularmente en crisis y consecuentemente subyugar a la clase obrera a la inseguridad, pobreza, quiebre social, enfermedad, represión, y en último análisis, al hambre y la guerra. El capitalismo no tiene límites económicos puros…”

-          La revolución socialista será hecha por la clase obrera o no será

-          Implica la primera revolución en que el agente es consciente de lo que desea generar y lo hace en la práctica (unidad de estructura y agencia). Es la primera revolución que hace una clase en su propio beneficio

-          El proletariado está capacitado estructuralmente para llevar a cabo la tarea. Está organizado colectivamente en la producción (a diferencia del campesinado), y está en posición de reconstruir la sociedad mundial entera porque es muy mayoritario (mucho más que la burguesía)

-          La lucha de clases cotidiana (en el punto de producción) está imbricada estructuralmente con la lucha de clases durante la revolución socialista. Esto es lo que Lenin quería decir cuando afirmaba que en cada huelga el germen de la revolución estaba presente

-          La clase obrera puede (y quizás debe) hacer la revolución con clases aliadas (mejor si estas también son explotadas)

-          La revolución debe ser autoconsciente (nunca espontánea)

“La consciencia, premeditación y la planificación cumplieron un rol mucho menor en las revoluciones burguesas del que están destinadas a cumplir, y ya cumplen, en las revoluciones proletarias…El rol cumplido en las revoluciones burguesas por el poder económico de la burguesía, por su educación, sus municipalidades y universidades, es un rol que puede ser llenado en las revoluciones proletarias sólo por el partido del proletariado” (Trotsky, 1923)

-          El proceso comienza con el derrocamiento del Estado anterior y la construcción de uno nuevo. Es una revolución sociopolítica cuya completación permitirá el florecimiento de una nueva forma económica

“Porque la clase obrera es no-explotadora, no existe el desarrollo previo de un modo de producción socialista o comunista alternativo”

“…sería una utopía fantástica imaginarse que cualquier cosa tendiente al socialismo puede emerger dentro del capitalismo aparte de, por un lado, las premisas económicas objetivas que lo hacen una posibilidad, las cuales, sin embargo, sólo pueden ser transformadas en elementos verdaderos de un sistema socialista de producción después y como consecuencia del colapso del capitalismo; y, por otro lado, el desarrollo del proletariado como clase…Pero incluso la concentración capitalista más desarrollada aún será cualitativamente diferente, incluso económicamente, del sistema socialista” (Lukacs)

-           La revolución socialista es democrática

Lenin, luego de 8 meses del octubre ruso, aún distinguía cinco estructuras socio-económicas entremezcladas en la sociedad rusa: capitalismo de estado, capitalismo privado, pequeña producción mercantil, economía natural o patriarcal, socialismo

-          La revolución socialista es global

La revolución Rusa fracasó por quedarse en un solo país. Finalmente la competencia del capitalismo se dejó sentir en el interior de la urss mediante el privilegio de la producción de armamentos para la “defensa”

Revolución/transición burguesa al capitalismo

-          No debe diluirse a la revolución burguesa en el proceso más amplio de la transición hacia el capitalismo. Hacerlo sería reducir las luchas de casi 500 años a meras disputas políticas superestructurales

-          La revolución burguesa tiene una estructura diferente de la revolución feudal y de la revolución socialista. Sin embargo, comparte algunos rasgos de ambas

-          Esta revolución no es hecha por una sola clase. Los líderes tiende a ser “burgueses” alejados del punto de producción (abogados en la RF, por ejemplo):
“La burguesía incluye tanto a los capitalistas urbanos como los rurales –en el sentido literal de aquellos que son propietarios de capital o lo controlan- pero también abarca un grupo social más amplio sobre el cual esta clase es hegemónica”

“…(la burguesía) es una penumbra social entorno al núcleo duro de capitalistas propiamente hablando, matizándose (oscureciéndose) en los diversos elementos sociales que funcionan como servidores o parásitos del capital sin ser propietarios ellos mismos de capital” (Hal Draper)

“…está masa está típicamente compuesta…por la gama de grupos profesionales, administrativos y técnicos que disfrutan las condiciones de vida de los capitalistas mismos –todo aquello que por costumbre incluimos en el término “burguesía” en oposición a “capital”…” (Perry Anderson)

-          Davidson hace uso de la tesis de Gareth Steedman Jones (que ya citamos), para mostrar como el proceso de desarrollo capitalista puede explicar estructuralmente las alianzas construidas por cada revolución burguesa subsecuente

a)      Las primeras revoluciones burguesas (Holanda e Inglaterra) sí involucraron un liderazgo claro de los capitalistas industriales, agrarios y rurales. Sin embargo, en tanto minoría que era debieron aliarse con clases feudales explotadas y otras capas (los ingleses habían aprendido su lección de 1648: en 1688 no emplearon a las clases bajas, sino que utilizaron la invasión de su hermanos holandeses –Guillermo de Orange)

b)      La RF fue liderada por la pequeña burguesía. Ésta entró en alianza con la burguesía concebida en términos de penumbra social (abogados, empleados públicos, periodistas, etc). La clase capitalista “realmente existente”, aún si coartada en su desarrollo por el absolutismo francés, estaba industrialmente demasiado desarrollada como para no temer a la clase obrera si decidía tomar parte activa en la revolución

c)      La “parálisis revolucionaria” de la burguesía europea en el siglo XIX (debida a la fase de desarrollo del capitalismo que producía una polarización cada vez más amplia entre los asalariados y el capitalista) implicó que sólo las clases dominantes feudales pudieron activar un proceso revolucionario burgués (sólo ellas no tenían miedo al levantamiento proletario)

d)     La “parálisis revolucionaria” de la burguesía llega a tal punto en 1917 (debido a lo que ya dijimos de la fase de desarrollo capitalista) que Lenin pensó que la clase obrera podía llevar a cabo una revolución burguesa.

e)      Si se entiende 1928 (en adelante) como revolución burguesa, podríamos citar una nueva clase hacedora de ésta (la burocracia)

-          El grado de consciencia revolucionaria burguesa depende de las alianzas de clase fraguadas así como de la fase de desarrollo capitalista vigente:

a)      Las primeras revoluciones, como ya vimos, sí tienen un liderazgo burgués; sin embargo, no son conscientemente burguesas-capitalistas. Debido a la fusión de lo político/ideológico y lo económico bajo el feudalismo (fusión que llega a su extremo bajo el absolutismo), los burgueses de la época generalmente lucharon por motivos religiosos (Inglaterra) o políticos (Holanda). Además, debido a que el capitalismo les precedía en su desarrollo, apenas derrocaron la superestructura feudal el capitalismo pudo desarrollarse libremente

b)      Las revoluciones por arriba (Alemania, Japón, Italia) tienen mayor grado de consciencia burguesa-capitalista (aunque el capitalismo es un medio para posicionar a su estados militar y comercialmente)

c)      La revolución yanqui de la guerra civil y la revolución escocesa del siglo XVIII son las únicas conscientemente capitalistas. En el caso de la guerra civil yanqui, la que aquí adquiría consciencia d esta forma era una burguesía capitalista industrial

-          Las revoluciones burguesas son tanto una causa como un efecto de la transición hacia el capitalismo. Si son más una causa que una consecuencia, depende de la fase de desarrollo capitalista y las alianzas de clase construidas

a)      Sólo facilitaron el desarrollo ya previo del capitalismo en Francia, Guerra civil yanqui, Inglaterra y Holanda)

b)     Fueron una precondición para el desarrollo capitalista las revoluciones escocesa, italiana, alemana y japonesa

Desarrollos capitalistas tempranos habían emergido en las ciudades-estado italianas  y en Bohemia, y una vez los quiebres iniciales tuvieron lugar en Holanda e Inglaterra, las fuerzas del absolutismo europeo movilizaron sus propios dominios y también en forma continental para prevenir cualquier nueva revolución que emergiera en esos términos. Consecuentemente, en ningún otro país después de Inglaterra la economía capitalista pudo crecer relativamente sin obstáculos hasta el punto en que las clases asociadas con ellas podían liderar un asalto sobre el absolutismo feudal. Incluso en el caso de Inglaterra, el Estado francés intentó por décadas deshacer los efectos de 1688, principalmente apoyando la reacción jacobita en Escocia, una intervención que sólo terminó con su derrota decisiva en Culloden den 1746.”

-          Las revoluciones burguesas deben ser más amplias que un fenómeno regional, pero tampoco deben resolverse a nivel global como el socialismo

Se entiende que el modo de producción feudal fue una variante atrasada del modo de producción tributario. Asimismo, el desarrollo del absolutismo no sería más que la puesta al día de este modo tributario atrasado y su transformación en un modo tributario maduro (razón por la que se puede trazar un paralelo entre Bizancio y China y Francia, por ejemplo)

Esto no significa que el mundo entero debía ser transformado bajo líneas capitalista para que las revoluciones burguesas estuvieran seguras, menos todavía completas. Por el contrario, por al menos una parte de la historia del sistema, los Estados capitalistas dependieron de la existencia de áreas que fueron forzadamente  imposibilitadas de repetir la experiencia de la revolución burguesa. La imposición del capitalismo global sólo está realmente sucediendo ahora, pero el momento cuando la revolución burguesa terminó puede ser datado con cierta precisión en octubre de 1917 –en otras palabras, cuando devino evidente que el socialismo era ahora posible, antes que ser simplemente una aspiración en un punto futuro. Existieron, por supuesto, transiciones nacionales individuales usualmente extremadamente importantes después de esta fecha, frecuentemente bajo la forma de capitalismos de estado, pero la existencia de una alternativa señala que la época en la cual la revolución burguesa era un fenómeno relativamente progresivo ahora había terminado”

Hay que reconocer dos tipos de actores en las revoluciones burguesas:
a)      Nuestros predecesores socialistas cuyas metas no eran alcanzables en su tiempo (Cavadores, Babeuf, etc)
b)       Nuestros burgueses equivalentes (quienes llevaron a cabo la revolución que era posible dado el estado de desarrollo de las ffpp)

El autor termina explicando por qué no debemos ser tan rápidos en condenar el desarrollo del capitalismo en la historia. El universalismo de la ilustración es un producto burgués que no debe despreciarse (Adam Smith, Adam Ferguson, John Millar)
Según Davidson, ellos lucharon por algo distinto a lo que sobrevino (la sociedad comercial de Smith no es lo mismo que el capitalismo): “Para parafrasear a William Morris, la cosa por la que lucharon resultó ser no lo que ellos querían, y otra gente ha luchado desde entonces por lo que ellos querían bajo otro nombre. Nosotros en el movimiento contra la globalización y la guerra imperialista somos esa otra gente. Pero por lo que luchamos no es para alcanzar las sorprendentes tareas históricas de la burguesía en el sentido que ya he rechazado, sino por aquellos principios universales de libertad y justicia que las revoluciones burguesas pusieron en la agenda histórica pero que, pese a toda su significación epocal,  fueron incapaces de lograr”

Triste final para un gran trabajo. El autor soporta la tesis de la radicalización de la modernidad que supone el socialismo. A esto se opone Meiksins Wood. Al respecto presenta buenos argumentos –reverlos-. Ver si la empresa por la libertad y la justicia demuestra que el autor trabaja bajo un marco epistemológico neokantiano –ver si comparte el nominalismo weberiano-. Ver si los principios elevados en el contexto de la revolución burguesa francesa en realidad no fueron propuestos por las masas populares, sino por la élite ilustrada

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